¿Cuántos habitantes tenía Viena hacia 1900? ¿Por qué acudió todo el mundo a Viena? ¿Qué potencial de conflicto se desarrolló durante este tiempo? ¿Para qué servía esta diversidad?
Viena era la capital y residencia de la monarquía de los Habsburgo. Comprendía unos 53 millones de habitantes y unas 15 naciones diferentes. El emperador Francisco José I fue el gobernante que mantuvo unido este conglomerado de culturas y lenguas diferentes.
Los inmigrantes acudían en masa a la capital desde todas las partes del imperio multinacional. Diferentes grupos religiosos y étnicos se unieron y los conflictos fueron inevitables.
Las condiciones sociales habían tocado fondo y la prostitución iba en aumento. Los inmigrantes fueron explotados por las condiciones de trabajo del liberalismo. Como resultado, los trabajadores se organizaron, se formó el movimiento sindical y la socialdemocracia.
Viena tenía entonces más de 2 millones de habitantes y era la cuarta ciudad más grande de Europa. Casi el 25% de los inmigrantes procedían de Bohemia y Moravia, y algo menos del 10% eran judíos. En aquella época, Viena era la mayor ciudad checa y la tercera ciudad judía de Europa Central.
Viena también se convirtió en la metrópoli cultural de Europa hacia 1900. El Modernismo vienés creó un espíritu de optimismo único. La ciudad creció enormemente y arquitectos vieneses como Otto Wagner, Adolf Loos, Josef Hoffmann y Joseph Maria Olbrich se hicieron un nombre a nivel nacional e internacional.
La ruptura con la arquitectura y el arte tradicionales encontró su expresión en el estilo de la Secesión. El edificio de la Secesión se convirtió en el centro de exposiciones de este nuevo movimiento y Gustav Klimt en su presidente. Otto Wagner, Kolo Moser, Hoffmann y Olbrich se unieron a ellos.
La literatura de café fue fundada por los intelectuales en el Café Griensteidl, el Café Central y el Café Museum. Escritores como Peter Altenberg, Karl Kraus, Hermann Bahr y muchos más pasaron allí gran parte de su tiempo. La gente intercambiaba ideas y filosofaba.
Sigmund Freud fundó el concepto de psicoanálisis y perturbó a mucha gente con su teoría de la sexualidad y la interpretación de los sueños. En un principio, Arthur Schnitzler se hizo médico y se dedicó al estudio de la histeria y la hipnosis. Más tarde se pasó a la escritura y trató en sus obras la sexualidad, la seducción y el adulterio.
La élite intelectual y artística se reunía en los salones de famosas damas de salón como Bertha Zuckerkandl y Eugenie Schwarzwald.
Musicalmente, se produjo un cambio a través de la atonalidad. Arnold Schönberg fundó la música de doce tonos. Sus alumnos Berg, von Webern y Zemlinsky le siguieron según el nuevo método de composición con doce tonos. Gustav Mahler se convirtió en director de la Ópera Estatal y reformó radicalmente el programa.
A principios del nuevo siglo, Viena era un centro de excelencia en música, arquitectura, pintura y literatura como ningún otro lugar de Europa.
